La separación se hará efectiva el 1 de febrero pero habrá una etapa de transición hasta el 31 de diciembre de 2020.
El tan mentado divorcio entre el Reino Unido y la Unión Europea finalmente se llevará a cabo este 1 de febrero, 1317 días después de que la mayoría de los británicos votaran afirmativamente al referéndum que se hizo sobre si quedarse o abandonar el bloque continental. El 1 de febrero, a las o horas de Bruselas (las 23 del 31 de enero para Gran Bretaña, las 20 de Argentina), la Unión Europea perderá por primera vez a un Estado miembro, dando lugar a una nueva realidad para el continente.
Si bien el Brexit se habrá concretado, lo cierto es que en la realidad pocas cosas cambiarán para la inmensa mayoría de los ciudadanos, tanto de Europa como del Reino Unido. El 1 de febrero arrancará un período de transición durante el cual Londres y Bruselas negociarán su futura relación. Los intercambios comerciales diarios entre el Reino Unido y la UE continuarán como ahora hasta finales de 2020. Hasta entonces habrá, sin embargo, algunos cambios prácticos.
El periodo de transición se extenderá desde 1 de febrero hasta el 31 de diciembre de 2020, pero las partes puedan extenderlo, si así lo desean, por una única vez, entre uno y dos años. Sin embargo, esa prolongación debe solicitarse hasta el 1 de julio a más tardar. Johnson insiste en que no lo hará, por considerar que su país debe liberarse de las reglas y regulaciones de la UE lo antes posible.
De lo contrario, el comercio a través del canal de la Mancha, el transporte y una multitud de otros lazos pueden verse interrumpidos de la noche a la mañana, en una situación comparable al Brexit sin acuerdo que tanto habían temido las empresas.
A lo largo de estos 11 meses, quienes tengan pasaportes británicos podrán seguirán gozando de los mismo derechos que tuvieron hasta ahora en países de la UE. Lo mismo sucederá con quienes tengan pasaportes de los otros 27 países que conforman la Unión Europea respecto al Reino Unido: conservarán sus derechos de residencia y trabajo en el país que los recibió.
Los ciudadanos europeos que residen en el Reino Unido deben registrarse para beneficiarse de estos derechos. Para los británicos que viven en la UE, los procedimientos cambian de un país a otro.
La libertad de circulación se aplicará hasta finales de diciembre de 2020. Los detalles de los derechos recíprocos se negociarán después del Brexit.
Según la ONU, alrededor de 1,2 millones de ciudadanos británicos viven en un país de la UE, principalmente en España, Irlanda, Francia, Alemania e Italia. Según la oficina de estadísticas británica, 2,9 millones de ciudadanos de los otros 27 países de la UE viven en el Reino Unido, o sea alrededor del 4,6% de la población.
En Bruselas, la retirada de la bandera del Parlamento Europeo simbolizará un cambio muy real: el Reino Unido abandona la UE y se convierte en un «tercer país». Ninguno de los 73 eurodiputados británicos elegidos en mayo ocupará un escaño. 46 serán reservados para futuros Estados miembros y 27 serán redistribuidos a otros países del bloque.
Londres ya no tendrá derecho a presentar un candidato para un puesto de comisario europeo, aunque, tras las últimas elecciones europeas, ya carecía de uno por la negativa del Primer Ministro británico Boris Johnson de proponerlo.
Ya no se invitará al premier británico a las cumbres europeas, y los miembros del gobierno no asistirán a las reuniones ministeriales. Como ciudadanos de un país extranjero, los británicos no podrán presentarse a puestos de funcionarios en Bruselas. Sin embargo, muchos de ellos consiguieron la doble nacionalidad para poder quedarse.
El Reino Unido, el segundo mayor contribuyente neto al presupuesto de la UE después de Alemania, seguirá pagando hasta el final de la transición.
Fuente: Clarín